La corona de laurel, donde quiera que aparece, es señal de sinsabores más que de felicidad.
La gloria de los grandes hombres debe medirse siempre por los medios que han empleado para adquirirla.
Siempre hay un lugar en las cumbres para el hombre valiente y esforzado.
Ningún camino de flores conduce a la gloria.
Cuando más grande es vuestra gloria, más cerca estáis de vuestra declinación.
Bien, y ahora ¿quién nos liberará de nuestros liberadores?
Dime cuáles son para ti las 10 palabras más bellas de la lengua castellana y te diré quién eres
Buenas Noticias: la tierra se recupera en un millón de años. Somos nosotros los que desaparecemos
El poeta es un hombre como todos, un albañil que construye su muro: un constructor de puertas y ventanas
Imposible librarse de los cuernos, único requisito ser casado