Educar es formar personas aptas para gobernarse a sí mismas, y no para ser gobernadas por otros
Ni español ni extranjero, ni blanco ni negro, ni mujer ni varón. Soy yo sin etiquetas, que es lo contrario del ego. Toda mi vida he luchado por destrozar el ego para que emerja el yo profundo. Ulises dijo al cíclope: “Yo soy nadie. Un hombre sin etiquetas”. Yo también lo soy. Hace años leí en El manantial, de Ayn Rand, una frase que me impresionó: Para decir yo te amo, primero hay que aprender a decir yo
Si la propiedad naciera con la ley, el estado no roba, porque mediante su ley generaría la propiedad. Así es impune y tiene todo el poder
La gente ya está empezando a darse cuenta de que el Estado es demasiado costoso. Lo que aún no terminan de comprender es que el peso de ese coste recae sobre ellos
A menudo, las masas son saqueados y no lo saben
No es la droga, sino su prohibición, la que destruye la sociedad
La concepción estática hasta ahora dominante llevaba inexorablemente a presuponer que en cierto sentido los recursos estaban dados y eran conocidos, por lo que el problema económico de su distribución se consideraba distinto e independiente del que planteaba la producción de los mismos. En efecto, si los recursos están dados, posee excepcional importancia el cómo habrán de distribuirse entre los diferentes seres humanos tanto los medios de producción como el resultado de los diferentes procesos productivos
El Capital es un concepto abstracto de cálculo económico, es el valor estimado, a precios de mercado libre de los bienes de capital
El euro está actuando como un centro de desintoxicación de drogadictos en el que estamos metidos a la fuerza y no nos podemos escapar porque la llave la tiene una enfermera gorda llamada Merkel
Caen en la trampa de creer que el estado es también necesario para proteger a los indefensos, pobres y desvalidos (sean “pequeños” accionistas, consumidores de a pie, trabajadores, etc.) sin entender que las supuestas medidas de protección sistemáticamente tienen el efecto, como demuestra la teoría económica, de perjudicar en cada caso precisamente a aquellos a los que se dice proteger, por lo que desaparece también una de las más burdas y manidas justificaciones de la existencia del estado