Es muy difícil hacer compatibles la política y la moral.
La libertad política implica la libertad de expresar la opinión política que uno tenga, oralmente o por escrito, y un respeto tolerante hacia cualquier otra opinión individual.
La más estricta justicia no creo que sea siempre la mejor política.
La política es el campo de trabajo para ciertos cerebros mediocres.
Mi ideal político es el democrático. Cada uno debe ser respetado como persona y nadie debe ser divinizado.
Me preocupa también enormemente la desconfianza que parece estar extendiéndose sobre la credibilidad y prestigio de algunas de nuestras instituciones
Sobre todo las personas con responsabilidades públicas, tenemos el deber de observar un comportamiento adecuado, un comportamiento ejemplar
La justicia es igual para todos. Cualquier actuación censurable deberá ser juzgada y sancionada con arreglo a la ley
No se deben generalizar los comportamientos individuales porque se podría causar un grave daño a instituciones y organizaciones que son necesarias para la vertebración de nuestra sociedad
La lucha contra el desempleo requiere una solución prioritaria