Las grandes aflicciones jamás han enseñado, y mientras dure el mundo jamás enseñarán ninguna buena lección a parte alguna de la humanidad. Las miserias extremas, igual que las más grandes dichas, dejan ciegos a los hombres.
¿Alguna vez has visto la mirada de un perro abandonado en la calle? Si lo has hecho, habrás conocido la tristeza en toda su plenitud.
Se oscurece el sol al mediodía y enmudece la música del alba cuando hay tristeza en el corazón.
La tristeza no es, en muchos casos, sino la forma más refinada de la hipocresía.
La tristeza ocupa siempre lo interior de las alegrías del hombre.
La música es para el alma lo que la gimnasia para el cuerpo.
El virtuoso se conforma con soñar lo que el pecador realiza en la vida.
Al contacto del amor todo el mundo se vuelve poeta.
Sé amable, pues cada persona con la que te cruzas está librando su ardua batalla...
Buscando el bien de nuestros semejantes, encontramos el nuestro.