La vida no merece que uno se preocupe tanto.
El procedimiento más seguro de hacernos más agradable la vida es hacerla agradable a los demás.
La vida es un aprendizaje para someternos a constantes renunciaciones, al fracaso continuado de nuestras pretensiones, de nuestras esperanzas, de nuestras facultades, de nuestra felicidad.
La vida resulta deliciosa, horrible, encantadora, espantosa, dulce, amarga; y para nosotros lo es todo.
Vida sin fiestas es como largo camino sin posadas.
Las matemáticas son una gimnasia del espíritu y una preparación para la filosofía.
El malo lo es por ignorancia, y por tanto se cura de ello con la sabiduría.
Sólo hay un bien, el conocimiento; sólo hay un mal, la ignorancia.
El amigo ha de ser como el dinero, que antes de necesitarlo, se sabe el valor que tiene.
Cuatro características corresponden al juez: Escuchar cortésmente, responder sabiamente, ponderar prudentemente y decidir imparcialmente.