Nuestra felicidad se hace a veces con las cosas que desdeñamos.
Todas las familias felices se parecen entre si, las infelices son desgracias en su propia manera.
La falsa felicidad vuelve duros y soberbios a los hombres, y no se comunica a otros. La felicidad verdadera los torna dulces y sensibles, y halla siempre manera de hacer nuevos participantes de ella.
Es menester, en cuanto esto sea posible, que fundamentéis la felicidad en vosotros mismos, y que encontréis en vuestro ser el equivalente de los bienes que la fortuna os ha rehusado.
Si nos bastase con ser felices, pronto lo conseguiríamos; pero queremos ser más felices que los demás, y ello es muy difícil, tanto más cuanto que consideramos a aquéllos mucho más felices de lo que en realidad son.
Un discípulo de quien jamás se pide nada que no pueda hacer, nunca hace todo lo que puede.
No existe una mejor prueba del progreso de una civilización que la del progreso de la cooperación.
Como fuerza social, un individuo con una idea vale por noventa y nueve con un solo interés.
Es mejor ser un ser humano insatisfecho que un cerdo satisfecho.
La convicción profunda de un hombre le substrae a los ataques del ridículo.