La vida no merece que uno se preocupe tanto.
El procedimiento más seguro de hacernos más agradable la vida es hacerla agradable a los demás.
La vida es un aprendizaje para someternos a constantes renunciaciones, al fracaso continuado de nuestras pretensiones, de nuestras esperanzas, de nuestras facultades, de nuestra felicidad.
La vida resulta deliciosa, horrible, encantadora, espantosa, dulce, amarga; y para nosotros lo es todo.
Vida sin fiestas es como largo camino sin posadas.
La música es para el alma lo que la gimnasia para el cuerpo.
El virtuoso se conforma con soñar lo que el pecador realiza en la vida.
Al contacto del amor todo el mundo se vuelve poeta.
Sé amable, pues cada persona con la que te cruzas está librando su ardua batalla...
Buscando el bien de nuestros semejantes, encontramos el nuestro.