La ley de la gravedad no es responsable de que la gente se enamore.
El verdadero amor es como los espíritus: todos hablan de ellos, pero pocos los han visto.
Uno está enamorado cuando se da cuenta de que otra persona es única.
Ama y haz lo que quieras. Si callas, callarás con amor; si gritas, gritarás con amor; si corriges, corregirás con amor, si perdonas, perdonarás con amor.
La mayor declaración de amor es la que no se hace; el hombre que siente mucho, habla poco.
Hay dos maneras de conseguir la felicidad; una, hacerse el idiota; otra, serlo.
Todos los hombre que no tienen nada importante que decir, hablan a gritos.
Cuando el trabajo no constituye una diversión, hay que trabajar lo indecible para divertirse.
Por severo que sea un padre juzgando a su hijo, nunca es tan severo como un hijo juzgando a su padre.
Los políticos son como los cines de barrio, primero te hacen entrar y después te cambian el programa.