Mis críticas son ligeras y sin hiel, porque no la hay en mi corazón, y la detesto en literatura.
Las críticas no serán agradables, pero son necesarias.
Cuando a las gentes les faltan músculos en los brazos, les sobran en la lengua.
Uno está tan expuesto a la crítica como a la gripe.
Nuestra crítica consiste en reprochar a los demás el no tener las cualidades que nosotros creemos tener.
El amor más puro y más fuerte no es el que sube desde la impresión, sino el que desciende desde la admiración.
Un hombre es sabio mientras busca la sabiduría; si llega a creer que la ha encontrado, se convierte en idiota.
El ambicioso es un esclavo de lo que desea, el hombre libre es el que no desea nada.
Nos envejece más la cobardía que el tiempo, los años sólo arrugan la piel, pero el miedo arruga el alma.
¿Alguna vez has visto la mirada de un perro abandonado en la calle? Si lo has hecho, habrás conocido la tristeza en toda su plenitud.