La virtud es el punto medio entre dos vicios opuestos.
Yo honro con el nombre de la virtud a la costumbre de realizar acciones penosas y útiles de los démas.
Una de las principales virtudes sociales es la de tolerar en los demás lo que nos prohibimos a nosotros mismos.
A veces cuesta mucho más eliminar un solo defecto que adquirir cien virtudes.
El virtuoso se conforma con soñar lo que el pecador realiza en la vida.
El verdadero amor es como los espíritus: todos hablan de ellos, pero pocos los han visto.
Cuando nuestro odio es demasiado profundo, nos coloca por debajo de aquellos a quienes odiamos.
Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera.
Para mí, la belleza es la maravilla de las maravillas. Sólo los superficiales no juzgan por las apariencias. El verdadero misterio del mundo es lo visible, no lo invisible.
Cuando los vicios nos dejan, nos envanecemos con la creencia de que los hemos dejado.