A todo hombre le es concedido conocerse a sí mismo y meditar sabiamente.
Pensar es como vivir dos veces.
El sabio no se sienta para lamentarse, sino que se pone alegremente a su tarea de reparar el daño hecho.
Saber que se sabe lo que se sabe y que no se sabe lo que no se sabe; he aquí el verdadero saber.
Lo que sabemos es una gota de agua, lo que ignoramos es el océano.
No me siento obligado a creer que un dios que nos ha dotado de inteligencia, sentido común y raciocinio, tuviera como objetivo privarnos de su uso.
Las matemáticas son el alfabeto con el cual Dios ha escrito el Universo.
Digamos que existen dos tipos de mentes poéticas; una apta para inventar fábulas y otra dispuesta a creerlas.
Nunca me he encontrado con alguien tan ignorante de quien no pudiese aprender algo.
Cuando los sentidos nos fallan, la razón debe guiarnos