En los pequeños detalles y cuando está desprevenido es cuando el hombre pone mejor de manifiesto su carácter.
Cada uno tiene su carácter, aunque no lo ejerza.
El verdadero carácter siempre aparece en las grandes circunstancias.
Nuestro carácter es el resultado de nuestra conducta.
Se denomina "carácter" al hombre que tiene algunas opiniones e ideas propias, pero que no vive de acuerdo con ellas. Sólo de cuando en cuando deja finamente vislumbrar que piensa de otra manera, que tiene opiniones propias.
Cuanto más siniestros son los deseos de un político, más pomposa, en general, se vuelve la nobleza de su lenguaje.
La cara no es jamás opaca del todo; el alma se muestra a través de sus muros.
La experiencia no es lo que sucede al hombre. Es lo que el hombre hace con lo que le sucede.
El secreto de la genialidad es el de conservar el espíritu del niño hasta la vejez, lo cual quiere decir nunca perder el entusiasmo.
Todos los hombres son dioses para su perro. Por eso hay gente que ama más a sus perros que a los hombres.