La ambición jamás se detiene, ni siquiera en la cima de la grandeza.
Aléjate de aquellas personas que tratan de empequeñecer tus ambiciones. Las personas siempre actúan así. Los realmente grandes te hacen sentir que tú también puedes ser grande.
El ambicioso es un esclavo de lo que desea, el hombre libre es el que no desea nada.
No seas desproporcionado en tus ambiciones. Pretende sólo aquello que puedas obtener con toda seguridad. Sitúate sólidamente en el puesto que te corresponde. Una persona en un puesto superior a su capacidad es un espectáculo deplorable.
La ambición es la única potencia que puede luchar contra el amor.
A veces cuesta mucho más eliminar un solo defecto que adquirir cien virtudes.
Conviene reír sin esperar a ser dichoso, no sea que nos sorprenda la muerte sin haber reído.
La muerte no llega más que una vez, pero se hace sentir en todos los momentos de la vida.
Frecuentemente es más breve y más útil adaptarse a los otros que hacer que los demás se ajusten a nosotros.
Es más fácil encontrar un amor apasionado que una amistad perfecta.