El retirarse no es huir, ni el esperar es cordura, cuando el peligro sobrepuja a la esperanza.
Nos envejece más la cobardía que el tiempo, los años sólo arrugan la piel, pero el miedo arruga el alma.
No es cobardía pesar las decisiones y vacilar cuando se trata de una resolución azarosa y más expuesta para los demás que para nosotros.
Todo lo que insistes en ignorar de ti mismo, tarde o temprano te hará la vida imposible.
El cobarde muere muchas veces. El valiente sólo una.
Mira si será malo el trabajo, que deben pagarte para que lo hagas.
Cuando un pueblo trabaja Dios lo respeta. Pero cuando un pueblo canta, Dios lo ama.
Por el mundo caminado, he podido comprobar que el que fácilmente halaga, fácilmente insultará.
De mi madre aprendí que nunca es tarde, que siempre se puede empezar de nuevo; ahora mismo le puedes decir basta a los hábitos que te destruyen, a las cosas que te encadenan, a la tarjeta de crédito, a los noticieros que te envenenan desde la mañana, a los que quieren dirigir tu vida por el camino perdido