El hombre sabe transfomar su mundo exterior con su genio y voluntad. Aprenda a transformar también con su voluntad y su genio sus propios egoísmos, y entonces sí que todo será luz.
Cuando el hombre se mira mucho a sí mismo, llega a no saber cuál es su cara y cuál es su careta.
Amor es sacrificio, no egoísmo; quien busca en el amor su propia complaciencia va tras lo que ansía loca e irracionalmente: es egoísta.
El amor es el intercambio entre dos fantasías y el contacto entre dos egoísmos.
He sido un ser egoísta toda mi vida, no en teoría, pero sí en la práctica.
La memoria es el diario en el que se consignan cosas que nunca han ocurrido ni hubieran podido ocurrir.
Tiraríamos muchas cosas, si no tuviéramos miedo de que otros las recogieran.
Hay solamente una cosa en el mundo peor que hablen de ti, y es que no hablen de ti.
No voy a dejar de hablarle sólo porque no me esté escuchando. Me gusta escucharme a mí mismo. Es uno de mis mayores placeres. A menudo mantengo largas conversaciones conmigo mismo, y soy tan inteligente que a veces no entiendo ni una palabra de lo que digo.
Ultimamente se han escrito varias obras de teatro sobre la monstruosa injusticia que supone el actual código de moral social. Por supuesto que es una vergüenza insultante que haya una ley para el hombre y otra para la mujer. Yo creo que no debería haber ley alguna para ninguno de los dos.