La ley de la gravedad no es responsable de que la gente se enamore.
El verdadero amor es como los espíritus: todos hablan de ellos, pero pocos los han visto.
Uno está enamorado cuando se da cuenta de que otra persona es única.
Ama y haz lo que quieras. Si callas, callarás con amor; si gritas, gritarás con amor; si corriges, corregirás con amor, si perdonas, perdonarás con amor.
La mayor declaración de amor es la que no se hace; el hombre que siente mucho, habla poco.
Cuando era joven leía casi siempre para aprender; hoy, a veces, leo para olvidar.
Si un hombre cualquiera, incluso vulgar, supiera narrar su propia vida, escribiría una de las más grandes novelas que jamás se haya escrito.
Temo a un solo enemigo que se llama, yo mismo.
Quiero saberlo todo. Y siempre me encuentro como antes, triste como la vida y resignado como la sabiduría.
La ira es como el fuego; no se puede apagar sino al primer chispazo. Después es tarde.