Por más contento que esté una pena en mi se esconde, que la siento en no sé dónde y nace de no se qué.
La alegría es, ante todo, fomento de la salud.
Un espíritu alegre es la mayor bendición de que un hombre es capaz en este mundo. Y si en este mundo tal felicidad surge del sometimiento de los propios deseos, en el otro vendrá de su cumplimiento.
La primera de las virtudes es la alegría; es preciso que el que obra bien se regocije de su propia conducta.
Las más excelsas, las más variadas y duraderas alegrías son las espirituales.
Lo verdadero es siempre sencillo, pero solemos llegar a ello por el camino más complicado.
El beso es una forma de diálogo.
Las decepciones no matan, y las esperanzas hacen vivir.
La inteligencia busca, pero quien encuentra es el corazón.
La belleza exterior no es más que el encanto de un instante. La apariencia del cuerpo no siempre es el reflejo del alma.