Las grandes aflicciones jamás han enseñado, y mientras dure el mundo jamás enseñarán ninguna buena lección a parte alguna de la humanidad. Las miserias extremas, igual que las más grandes dichas, dejan ciegos a los hombres.
¿Alguna vez has visto la mirada de un perro abandonado en la calle? Si lo has hecho, habrás conocido la tristeza en toda su plenitud.
La tristeza no es, en muchos casos, sino la forma más refinada de la hipocresía.
La tristeza ocupa siempre lo interior de las alegrías del hombre.
Las palabras me han salvado siempre de la tristeza.
La dignidad comienza donde la jactancia acaba
Cada noche morimos; cada mañana nacemos de nuevo. Cada día una nueva vida
En un hombre bueno, el estar triste es impiedad
Sólo el hombre que nada espera es verdaderamente libre
La dilación es el ladrón del tiempo