No hay más que dos especies de hombres: Una, la de los justos que se creen pecadores, y otra la de los pecadores que se creen justos.
Es mucho mejor sufrir por una mujer viva y hacer el ridículo por ella, que tener un fantasma sentado año tras año en el corazón.
El hombre es voluntad, y la mujer sentimiento. En esta nave de la vida la voluntad es el timón, y el sentimiento la vela; cuando la mujer pretende gobernar, el timón viene a ser sólo una vela.
Mujeres: no os enamoréis nunca de un hombre de genio porque al genio, en casa, sólo le queda el mal genio.
Las almas grandes son capaces tanto de los mayores vicios como de las más excelsas virtudes.
Uno de los grandes secretos del trato con los hombres consiste, para los inteligentes, en fingir menos inteligencia de la que tienen, y para los tontos en fingir más. Pero ambas cosas son harto difíciles.
Cada uno tiene su carácter, aunque no lo ejerza.
No seas desproporcionado en tus ambiciones. Pretende sólo aquello que puedas obtener con toda seguridad. Sitúate sólidamente en el puesto que te corresponde. Una persona en un puesto superior a su capacidad es un espectáculo deplorable.
Política es el arte de obtener dinero de los ricos y votos de los pobres con el fin de proteger a los unos y a los otros.
Es muy importante acostumbrarse a pedir aclaraciones al otro, a preguntarle detalles, a invitarle a definir sus tesis con precisión. Así, a la vez que se aprende a escuchar se ayuda a pensar al otro.