En todo el mundo los políticos son muy partidarios de la revolución, de la razón y de deponer las armas - pero ¡sólo tratándose del enemigo, no de uno mismo!
La vocación del político de carrera es hacer de cada solución un problema.
La ciudad (polis) es una de las cosas que existen por naturaleza; y el hombre es, por naturaleza, un animal político.
Sólo soy, sólo sigo siendo una sola cosa: un payaso. Eso me pone en un plano más alto que cualquier político.
Si no logras desarrollar toda tu inteligencia, siempre te queda la opción de hacerte político.
El carácter es una voluntad fuerte dirigida por una conciencia tierna.
La cara no es jamás opaca del todo; el alma se muestra a través de sus muros.
La experiencia no es lo que sucede al hombre. Es lo que el hombre hace con lo que le sucede.
El secreto de la genialidad es el de conservar el espíritu del niño hasta la vejez, lo cual quiere decir nunca perder el entusiasmo.
Todos los hombres son dioses para su perro. Por eso hay gente que ama más a sus perros que a los hombres.