Lo que somos depende de nosotros, porque en nosotros está el escoger el objetivo que debe dar un sentido a nuestra vida.
De cuántas preocupaciones nos desprendemos cuando decidimos dejar de ser algo para ser alguien.
Hasta que no te valores a ti mismo, no valorarás tu tiempo. Hasta que no valores tu tiempo, no harás nada al respecto.
Sabemos lo que somos pero no lo que podemos llegar a ser.
De querer ser a creer que se es ya, va la distancia de lo trágico a lo cómico.
Sucede con frecuencia que llega uno a encontrar una idea que buscaba, llega a darle forma, es decir a obtenerla, sacándola de la nebulosa de percepciones oscuras a que representa, gracias a los esfuerzos que hace para presentarla a los demás.
La falta de caridad y de amor proceden de una falta de imaginación. Una ligera molestia propia nos duele más que el espectáculo de un terrible dolor ajeno, y el propio apetito nos incita más que el pensar en todo el hambre del prójimo.
El fascismo se cura leyendo y el racismo se cura viajando.
Procuremos más ser padres de nuestro porvenir que hijos de nuestro pasado.
Cuanto menos se lee, más daño hace lo que se lee.