La soledad es el imperio de la conciencia.
La soledad es a veces la mejor compañía, de modo que un corto retiro acelera un dulce retorno.
Una persona puede sentirse sola, aún cuando mucha gente la quiera.
La soledad es necesaria para gozar de nuestro propio corazón y para amar; pero para triunfar en la vida es preciso dar algo de nuestra vida al mayor número posible de gentes.
El ser humano puede soportar una semana de sed, dos semanas de hambre, muchos años sin techo, pero no puede soportar la soledad.
La grandeza y el honor son como los perfumes: los que los llevan, apenas los sienten.
Los hombres desaprueban, por lo común, lo que son incapaces de ejecutar.
La vida es un tráfico donde se balancean las pérdidas y las ganancias.