La ilusión no es más ni menos que una agradable aberración de la esperanza.
Prefiero pasar por necio o estúpido, con tal de que mis faltas me den placeres e ilusiones, que ser sabio a rabiar.
Solo esta libertad nos conceden los dioses: someternos a su dominio por voluntad nuestra. Más vale que así lo hagamos porque solo en la ilusión de la libertad, la libertad existe.
No rechaces tus sueños. ¿Sin la ilusión el mundo que sería?.
Ser el hombre más rico en el cementerio no me importa… Ir a la cama por la noche diciendo que hemos hecho algo maravilloso… Eso es lo que me importa.
Cuando nos atacamos los unos a los otros, los golpes dan generalmente sobre una máscara de hierro. Nunca atacamos al hombre que está debajo de la máscara, porque no le conocemos; pero si le conociéramos, no le atacaríamos, porque nos parecería bueno, de nuestra misma bondad.
En la primavera del amor los amantes hablan de lo porvenir; en el ocaso hablan de lo pasado.
No basta un gran amor para retener a la persona que se ama, si al mismo tiempo no llenamos su existencia de un rico contenido, innecesariamente renovado.
La fortuna, el triunfo, la gloria, el poder, pueden aumentar la felicidad, pero no pueden crearla. Sólo los afectos la dan.
¿Qué hace falta para ser feliz? Un poco de cielo azul encima de nuestras cabezas, un vientecillo tibio, la paz del espíritu.