La poesía es un territorio que salva de la intemperie.
Prosigue, poeta, prosigue siempre hasta el fondo de la noche, con tu voz abierta y libre convéncenos una vez más de que gocemos; por la cultura del poema haz de la maldición una viña canta el fracaso del hombre en un éxtasis de dolor; en los desiertos del corazón que surja la fuente salvadora; en la prisión de sus días enseña la alabanza al hombre libre.
La poesía es el eco de la melodía del universo en el corazón de los humanos.
Al contacto del amor todo el mundo se vuelve poeta.
La poesía no quiere adeptos, quiere amantes.
El espectáculo de lo que es bello, en cualquier forma que sea presentado, eleva la mente a nobles aspiraciones.
El recuerdo que deja un libro es más importante que el libro mismo.
El mundo es un absurdo animado que rueda en el vacío para asombro de sus habitantes.
Cambiar de horizontes, cambiar de método de vida y de atmósfera, es provechoso a la salud y a la inteligencia.
Al brillar un relámpago nacemos y aún dura su fulgor, cuando morimos tan corto es vivir.