La humildad es la madre, la raíz, la fuente nutricia, el fundamento, el vínculo con todas las demás virtudes.
Ser humilde para con los superiores es un deber; para con los iguales, una muestra de cortesía; para con los inferiores, una prueba de nobleza.
La humildad, que no abunda entre los doctos, aún es menos frecuente entre los ignorantes.
Cuando no hay humildad, las personas se degradan.
El que quiere todo lo que sucede, consigue que suceda cuanto quiere. ¡Omnipotencia humana por resignación!. A esta resignación sólo por la gracia se llega.
Al luchar contra la angustia uno nunca produce serenidad; la lucha contra la angustia sólo produce nuevas formas de angustia.
¿Por qué he de preocuparme? No es asunto mío pensar en mi. Asunto mío es pensar en Dios. Es cosa de Dios pensar en mi.
Cuando una contradicción es imposible de resolver salvo por una mentira, entonces sabemos que se trata de una puerta.
Sólo el equilibrio aniquila la fuerza
Todas las tragedias que se puedan imaginar confluyen en una sola y única tragedia: el paso del tiempo