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Debemos aprender a ver, en los signos de la belleza visible, la belleza todavía mayor, la belleza invisible, la belleza que se manifestará toda la eternidad.
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Dios es una palabra de cuatro letras. Utilizar o no una palabra, ¿qué importancia tiene? Hay que vivir en Dios, se rece o no.
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Necesité años para darme cuenta de que llevaba en mí, en mi cuerpo, en mi corazón, en mi alma, un núcleo inextricable de bondad y de maldad.
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En la medida en que uno ama, la vida es un canto de alegría.
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Creo en la vocación de cada uno de nosotros. Nos sentimos atraídos por el camino que nos corresponde. Crear las condiciones para la felicidad consiste en saber lo que nos lleva hacia una situación determinada de la vida. Es así como nuestro ser florecerá.