Dicen que me burlo de todo y me río de todo, porque me burlo de ellos y me río de ellos, y ellos creen serlo todo.
La potencia intelectual de un hombre se mide por la dosis de humor que es capaz de utilizar.
La esencia del humorismo es la sensibilidad, una simpatía cálida y tierna hacia todas las formas de la existencia.
No hay espiritu perfectamente conformado si le falta sentido del humor.
Cualquiera que se tome demasiado en serio corre el riesgo de parecer ridículo. No ocurre lo mismo con quien siempre es capaz de reírse de sí mismo.
Hace uno bien en alabarse a sí mismo, cuando no encuentra otro apologista.
El que conoce el arte de vivir consigo mismo ignora el aburrimiento.
En el estudio no existe la saciedad.
La filosofía es una meditación de la muerte.
La felicidad consiste, principalmente, en conformarse con la suerte; es querer ser lo que uno es.