Dios mío, dame el valor para cambiar las cosas que puedo cambiar, la serenidad para aceptar las que no puedo cambiar y la sabiduría para distinguir entre las dos.
El valor crece osando y el miedo vacilando.
Mejor es morir de una vez que vivir siempre temiendo por la vida.
A menudo la diferencia entre un hombre triunfador y un fracasado no son las mejores habilidades o ideas del primero, sino el valor que tuvo al apostar por sus ideas, afrontar un riesgo calculado y su voluntad de actuar.
El éxito no es definitivo, el fracaso no es fatídico. Lo que cuenta es el valor para continuar.
La formulación de un problema, es más importante que su solución.
La ley de la gravedad no es responsable de que la gente se enamore.
Lo más incomprensible del universo, es que sea comprensible.
Si supiese qué es lo que estoy haciendo, no le llamaría investigación, ¿verdad?.
Cuando las leyes de la matemática se refieren a la realidad, no son ciertas; cuando son ciertas, no se refieren a la realidad.