Quien mira demasiado las cosas ajenas no disfruta las propias.
Hasta que hayas muerto no esperes alabanzas limpias de envidia.
La envidia es el más sociable de los vicios. Proviene de nuestro carácter de animales gregarios.
A menudo hacemos ostentatación de nuestras pasiones, incluso de las más criminales, pero la envidia es una pasión timida y vergonzosa que nunca nos atrevemos a confesar.
La envidia, el más mezquino de los vicios, se arrastra por el suelo como una serpiente.
El amor más puro y más fuerte no es el que sube desde la impresión, sino el que desciende desde la admiración.
No se queje de la crítica. Si es falsa, no haga caso pero no se enfade. Si es fruto de la ignorancia, ríase; si está justificada, no es crítica: aprenda de ella.
Un hombre es sabio mientras busca la sabiduría; si llega a creer que la ha encontrado, se convierte en idiota.
El ambicioso es un esclavo de lo que desea, el hombre libre es el que no desea nada.
Nos envejece más la cobardía que el tiempo, los años sólo arrugan la piel, pero el miedo arruga el alma.