Cuando te sientes agobiado por la melancolía, lo mejor es salir y hacer algo amable por alguien.
La melancolía es el placer de estar triste.
Desechad tristezas y melancolías. La vida es amable, tiene pocos días y tan sólo ahora la hemos de gozar.
La melancolía es la felicidad de estar triste.
La conciencia es la línea recta; la vida es el torbellino. Este torbellino tan pronto lanza sobre la cabeza del hombre negrura del caos como hace brillar sobre ella un cielo azul.
La conciencia es el caos donde se agitan las quimeras, los apetitos y los intentos, el horno de los sueños, el antro de los pensamientos vergonzosos, el pandemónium de los sofismas y el campo de batalla de las pasiones.
La libertad comienza allí donde acaba la ignorancia.
Quien no es dueño de su pensamiento no es dueño de sus actos.
Fácil saber quien no tiene la razón, el que ataca en compensación.