El más difícil no es el primer beso, sino el último.
Mi casa se puebla de arlequines cuando hay ruido de besos en el aire.
Un beso legal nunca vale tanto como un beso robado.
No olvides nunca que el primer beso no se da con la boca, sino con los ojos.
En un beso, sabrás todo lo que he callado.
Lo malo del amigo es que nos dice las cosas desagradables a la cara; el enemigo las dice a nuestras espaldas y como no nos enteramos, nada ocurre.
Quien quiere a su madre no puede ser malo.
Lo más ofensivo que pueda lanzarte a la cara tu peor enemigo no se compara con lo que tus amigos más íntimos hablan de ti a tus espaldas.
No hay auténtico genio sin paciencia.
Un pueblo desgraciado hace los grandes artistas.