La ley de la gravedad no es responsable de que la gente se enamore.
El verdadero amor es como los espíritus: todos hablan de ellos, pero pocos los han visto.
Uno está enamorado cuando se da cuenta de que otra persona es única.
Ama y haz lo que quieras. Si callas, callarás con amor; si gritas, gritarás con amor; si corriges, corregirás con amor, si perdonas, perdonarás con amor.
La mayor declaración de amor es la que no se hace; el hombre que siente mucho, habla poco.
Amar, dar, perdonar, crear, estas cuatro palabras designan cuatro formas de iniciativa,cuatro formas de inocencia: bajo estas cuatro formas, la conciencia efectúa un movimiento eferente y directo hacia el otro o hacia el objeto, un movimiento sin retorno hacia sí mismo.
Para ser alguien aquí y ahora, hay que renunciar a ser otro, en otra parte o más tarde.
El alma que ya no es acosada por la angustia por el futuro ni por la obsesión del pasado, el alma sin fiebre, sin obligaciones, sin impetuosidad, conoce por fin el dulce abandono al presente.
La piedad es una brecha ilegal en el muro de lo implacable, de la implacable legalidad. Al perdonar al culpable, practica en el rigor inflexible del derecho la primera apertura amorosa; inaugura así el nuevo orden de la clemencia y la equidad, que es la iniciación a la gracia.
El respeto es algo que se siente hacia los demás; el respeto es pues el intermediario entre el comportamiento vacío de la tolerancia y la positividad gratuita del amor, entre la observancia ceremonial y la caridad.