Salen errados nuestros cálculos siempre que entran en ellos el temor o la esperanza.
En el corazón de todos los inviernos vive una primavera palpitante, y detrás de cada noche, viene una aurora sonriente.
La desesperanza está fundada en lo que sabemos, que es nada, y la esperanza sobre lo que ignoramos, que es todo.
Es necesario esperar, aunque la esperanza haya de verse siempre frustrada, pues la esperanza misma constituye una dicha, y sus fracasos, por frecuentes que sean, son menos horribles que su extinción.
Nunca será tarde para buscar un mundo mejor y más nuevo, si en el empeño ponemos coraje y esperanza.
Si supiera que el mundo se acaba mañana, yo, hoy todavía, plantaría un árbol.
Todavía tengo el sueño de que un día, cada hombre de este país, cada hombre de color en el mundo entero, será juzgado por su valor personal y no por el color de su piel.
Nuestras vidas comienzan a terminarse el día que nos quedamos en silencio respecto a las cosas que importan.
Si no puedes volar entonces corre, si no puedes correr entonces camina, si no puedes caminar entonces arrástrate, pero sea lo que hagas, sigue moviéndote hacia adelante.
Hemos de aprender a vivir juntos como hermanos, si no, vamos a morir todos como idiotas.