Salen errados nuestros cálculos siempre que entran en ellos el temor o la esperanza.
En el corazón de todos los inviernos vive una primavera palpitante, y detrás de cada noche, viene una aurora sonriente.
La desesperanza está fundada en lo que sabemos, que es nada, y la esperanza sobre lo que ignoramos, que es todo.
Es necesario esperar, aunque la esperanza haya de verse siempre frustrada, pues la esperanza misma constituye una dicha, y sus fracasos, por frecuentes que sean, son menos horribles que su extinción.
Nunca será tarde para buscar un mundo mejor y más nuevo, si en el empeño ponemos coraje y esperanza.
La ilusión no es más ni menos que una agradable aberración de la esperanza.
El amor más fuerte y más puro no es el que sube desde la impresión, sino el que desciende desde la admiración.
Por muy poderosa que se vea el arma de la belleza, desgraciada la mujer que sólo a este recurso debe el triunfo alcanzado sobre un hombre.
La mayor parte de la gente confunde la educación con instrucción.
Nada hay tan poético y grandioso que el amor entre dos personas que jamás han hablado de amor.