Uno vive por la realidad; uno existe por el ideal. ¿Queréis apreciar la diferencia? Los animales viven; el hombre existe.
Es más fácil luchar por unos principios que vivir de acuerdo con ellos.
Los únicos ideales que vale la pena tener son los que puedes aplicar a la vida diaria. Y al mundo.
El ideal está en ti; el obstáculo para su cumplimiento también.
No hay cínicos, no hay materialistas. Todo hombre es un idealista, sólo que sucede con demasiada frecuencia que tiene un ideal equivocado.
El que no sienta ganas de ser más, llegará a no ser nada.
Sucede con frecuencia que llega uno a encontrar una idea que buscaba, llega a darle forma, es decir a obtenerla, sacándola de la nebulosa de percepciones oscuras a que representa, gracias a los esfuerzos que hace para presentarla a los demás.
La falta de caridad y de amor proceden de una falta de imaginación. Una ligera molestia propia nos duele más que el espectáculo de un terrible dolor ajeno, y el propio apetito nos incita más que el pensar en todo el hambre del prójimo.
Procuremos más ser padres de nuestro porvenir que hijos de nuestro pasado.
Cuanto menos se lee, más daño hace lo que se lee.