El hambre espía en la casa de los pobres, pero si la habitan personas trabajadoras, no se atreve a entrar.
El camino hacía la riqueza depende fundamentalmente de dos palabras: trabajo y ahorro.
El obrero tiene más necesidad de respeto que de pan.
Si todo el año fuese fiesta, divertirse sería más aburrido que trabajar.
El trabajo aleja de nosotros tres grandes males: el aburrimiento, el vicio y la necesidad.
Dios que nos dio la vida no dio la libertad al mismo tiempo.
La amistad es valiosa, tanto a la sombra como a la luz del sol.
Una sola cosa nos explica bien la historia y es en qué consisten los malos gobiernos.
Un poco de rebelión de vez en cuando es buena cosa.
Nadie abandona el cargo de presidente con el mismo prestigio y respeto que le llevó ahí.