Cuando pedimos consejo lo que esperamos a menudo es más bien aprobación.
Encuentra lo que más te gusta hacer y consigue a alguien que pague para que lo hagas.
Un consejo es siempre una confesión.
Ninguna cosa hay tan difícil como el arte de hacer agradable un buen consejo.
No hay que prestar atención a quienes nos aconsejan, so pretexto de que somos hombres, no pensar más que en las cosas humanas y, so pretexto de que somos mortales, renunciar a las cosas inmortales.
El deseo vence al miedo, atropella inconvenientes y allana dificultades.
Deben buscarse los amigos como los buenos libros. No está la felicidad en que sean muchos ni muy curiosos; sino pocos, buenos y bien conocidos.
La juventud no es un tiempo de la vida, es un estado del espíritu.
Suelen decir que el hombre que apetece soledad tiene mucho de dios o de bestia.
Debe desear todo hombre vivir para saber, y saber para bien vivir.