Nunca discutas. Si en sociedad alguna persona difiere de tu modo de pensar, cambia de conversación.
Las conversaciones siempre son peligrosas si se quiere esconder alguna cosa.
La buena conversación no consiste en decir cosas ingeniosas, sino en saber escuchar tonterías.
Ella había perdido el arte de la conversación, pero no la capacidad de hablar.
El precio de la grandeza es la responsabilidad.
La imaginación consuela a los hombres de lo que no pueden ser. El humor los consuela de lo que son.
Un optimista ve la oportunidad en toda calamidad; un pesimista ve una calamidad en toda oportunidad.
Esforzaos por mantener las apariencias: el mundo os dará crédito para el resto.
En algún momento entre la comida y la cena debes dormir, y no hay término medio. Quítate la ropa y métete en la cama.