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Mantener el cuerpo con buena salud es un deber. De lo contrario, no seremos capaces de mantener nuestra mente fuerte y clara.
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Ocúpate de tu cuerpo con disciplina y fidelidad, el cuerpo es los ojos del alma y si los ojos no ven bien, todo el mundo se verá en tinieblas.
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Pensado para proporcionarle flexibilidad, gracia y habilidad que se reflejarán inconfundiblemente en el modo de caminar, jugar y trabajar.
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El cuerpo humano es el carruaje; el yo, el hombre que lo conduce; el pensamiento son las riendas; y los sentimientos, los caballos.
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Tu cuerpo es templo de la naturaleza y del espíritu divino. Consérvalo sano; respétalo; estúdialo; concédele sus derechos.