Mi trabajo es cantar todo lo bello, encender el entusiasmo por todo lo noble, admirar y hacer admirar todo lo grande.
El secreto de la genialidad es el de conservar el espíritu del niño hasta la vejez, lo cual quiere decir nunca perder el entusiasmo.
No dejes apagar el entusiasmo, virtud tan valiosa como necesaria; trabaja, aspira, tiende siempre hacia la altura.
Hay en el mundo un lenguaje que todos comprenden: es el lenguaje del entusiasmo, de las cosas hechas con amor y con voluntad, en busca de aquello que se desea o en lo que se cree.
Los años arrugan la piel, pero renunciar al entusiasmo arruga el alma.
La formulación de un problema, es más importante que su solución.
La ley de la gravedad no es responsable de que la gente se enamore.
Lo más incomprensible del universo, es que sea comprensible.
Si supiese qué es lo que estoy haciendo, no le llamaría investigación, ¿verdad?.
Cuando las leyes de la matemática se refieren a la realidad, no son ciertas; cuando son ciertas, no se refieren a la realidad.