El mayor error es sucumbir al abatimiento; todos los demás errores pueden repararse, éste no.
El triunfo del verdadero hombre surge de las cenizas del error.
El mayor error que una persona puede cometer es tener miedo de cometer un error.
Cualquiera puede cometer un error; pero sólo los insensatos se aferran a él. Los segundos pensamientos son los mejores, como dice el proverbio.
Los errores fatales de la vida no se deben a que un hombre haya sido insensato. Un momento de insensatez puede ser el mejor de los nuestros. Se deben a que el hombre sea lógico. Hay una enorme diferencia.
¿Es el hombre sólo un fallo de Dios, o Dios sólo un fallo del hombre?
La política es el campo de trabajo para ciertos cerebros mediocres.
El amor y el odio no son ciegos, sino que están cegados por el fuego que llevan dentro.
Todo pensador profundo tiene más miedo a ser entendido que a ser malentendido.
El individuo ha luchado siempre para no ser absorbido por la tribu. Si lo intentas, a menudo estarás solo, y a veces asustado. Pero ningún precio es demasiado alto por el privilegio de ser uno mismo.