Nadie llegará muy lejos a menos que no haga lo imposible como mínimo una vez al día.
El deseo de lo imposible es una enfermedad de la inteligencia.
Cuando considerado todo lo posible no alcanzamos una solución, entonces sólo tenemos un camino, considerar lo imposible: romper las reglas.
La única forma de descubrir los límites de lo posible es yendo más allá de ellos, a lo imposible.
El amor más puro y más fuerte no es el que sube desde la impresión, sino el que desciende desde la admiración.
No se queje de la crítica. Si es falsa, no haga caso pero no se enfade. Si es fruto de la ignorancia, ríase; si está justificada, no es crítica: aprenda de ella.
Un hombre es sabio mientras busca la sabiduría; si llega a creer que la ha encontrado, se convierte en idiota.
El ambicioso es un esclavo de lo que desea, el hombre libre es el que no desea nada.
Nos envejece más la cobardía que el tiempo, los años sólo arrugan la piel, pero el miedo arruga el alma.