Da lo que tienes para que merezcas recibir lo que te falta.
Al final, sólo se tiene lo que se ha dado.
Dar hasta que duela y cuando duela dar todavía más.
No deis sólo lo superfluo, dad vuestro corazón. .
Para los hombres, aceptar es dar; para las mujeres, dar es recibir.
La paz comienza con una sonrisa.
Quien no vive para servir, no sirve para vivir.
No penséis nunca que un pequeño gesto con vuestro vecino no tiene valor. No es la cantidad de lo que hacemos lo que agrada a Dios, sino la cantidad de amor que ponemos en ello.