Pensar es buscar claros en un bosque.
Es muy importante acostumbrarse a pedir aclaraciones al otro, a preguntarle detalles, a invitarle a definir sus tesis con precisión. Así, a la vez que se aprende a escuchar se ayuda a pensar al otro.
Pienso, luego existo.
Quien no quiere pensar es un fanático; quien no puede pensar es un idiota; quien no osa pensar es un cobarde.
El sabio no dice todo lo que piensa, pero siempre piensa todo lo que dice.
A ningún hombre debe obligársele a hacer el trabajo que puede hacer una máquina.
El verdadero progreso es el que pone la tecnología al alcance de todos.
La mayoría de las personas gastan más tiempo y energías en hablar de los problemas que en afrontarlos.
El germen de todo plan y de toda empresa es una idea; no capital, ni trabajo, sino una idea.
El fracaso es una gran oportunidad para empezar otra vez con más inteligencia.