Reza como si todo dependiera de Dios. Trabaja como si todo dependiera de ti.
Todas las personas tienen la disposición de trabajar creativamente. Lo que sucede es que la mayoría jamás lo nota.
Quien no trabaja no descansa.
Las pirámides son el mejor ejemplo de que, en cualquier tiempo y lugar, los obreros tienden a trabajar menos.
Trabajar constituye un deber indispensable para el hombre social. Rico o pobre, poderoso o débil, todo ciudadano ocioso es un ladrón.
El amor es un hombre y una mujer que están de acuerdo en un punto, y en desacuerdo en todos los demás.
Hay dos maneras de conseguir la felicidad; una, hacerse el idiota; otra, serlo.
Todos los hombre que no tienen nada importante que decir, hablan a gritos.
Por severo que sea un padre juzgando a su hijo, nunca es tan severo como un hijo juzgando a su padre.
Los políticos son como los cines de barrio, primero te hacen entrar y después te cambian el programa.