La lectura es a la mente lo que el ejercicio al cuerpo.
Cuando oigo que un hombre tiene el hábito de la lectura, estoy predispuesto a pensar bien de él.
Leer es encontrar algo que va a existir.
Cuando se lee un libro según qué estado de ánimo, sólo se encuentran en él interpretaciones de ese estado.
Adquirir el hábito de la lectura es construirse un refugio contra casi todas las miserias de la vida.
En cuanto a la lógica, sus silogismos más bien sirven para explicar a otros las cosas ya sabidas, que para aprender.
Dos cosas contribuyen a avanzar: ir más deprisa que los otros o ir por el buen camino.
Hay una pasión superior a todas y es la satisfacción interior por el bien que hacemos a los otros.
A menudo es preferible una falsa alegría a una tristeza cuya causa es verdadera.
Las almas grandes son capaces tanto de los mayores vicios como de las más excelsas virtudes.