No me siento obligado a creer que un dios que nos ha dotado de inteligencia, sentido común y raciocinio, tuviera como objetivo privarnos de su uso.
Sólo conozco dos tipos de personas razonables: las que aman a Dios de todo corazón porque le conocen, y las que le buscan de todo corazón porque no le conocen.
¿Es el hombre sólo un fallo de Dios, o Dios sólo un fallo del hombre?
Dios es día y noche, invierno y verano, guerra y paz, abundancia y hambre.
Adorador tibio y poco asiduo de los dioses, mientras ando errante en pos de una loca filosofía, ahora me veo obligado a torcer en opuesta dirección mi nave y a recorrer rumbos antes abandonados.
El sabio no se sienta para lamentarse, sino que se pone alegremente a su tarea de reparar el daño hecho.
La memoria es el centinela del cerebro.
Si el dinero va delante, todos los caminos se abren.
Si todo el año fuese fiesta, divertirse sería más aburrido que trabajar.
Si las masas pueden amar sin saber por qué, también pueden odiar sin mayor fundamento.