Incluso si la contaminación fuese un riesgo para la vida humana, debemos recordar que la vida en la Naturaleza, sin tecnología, es un matadero al por mayor.
La naturaleza ha puesto en nuestras mentes un insaciable deseo de ver la verdad.
Sólo podemos dominar la naturaleza si la obedecemos.
La naturaleza es verdaderamente coherente y confortable consigo misma.
La proporción entre la obra humana y la naturaleza es la misma que media entre el hombre y dios.
No hay más que una manera de ser feliz: vivir para los demás.
El matrimonio es una barca que lleva a dos personas por un mar tormentoso; si uno de los dos hace algún movimiento brusco, la barca se hunde.
Vivir en contradicción con la razón propia es el estado moral más intolerable.
Los hijos son tormento, y no otra cosa.
Es más fácil escribir diez volúmenes de principios filosóficos que poner en práctica uno solo de sus principios.