A todo hombre le es concedido conocerse a sí mismo y meditar sabiamente.
Pensar es como vivir dos veces.
El sabio no se sienta para lamentarse, sino que se pone alegremente a su tarea de reparar el daño hecho.
Saber que se sabe lo que se sabe y que no se sabe lo que no se sabe; he aquí el verdadero saber.
Lo que sabemos es una gota de agua, lo que ignoramos es el océano.
Haz lo necesario para lograr tu más ardiente deseo, y acabarás lográndolo.
¡Actúa en vez de suplicar. Sacrifícate sin esperanza de gloria ni recompensa! Si quieres conocer los milagros, hazlos tú antes. Sólo así podrá cumplirse tu peculiar destino.
Me apoderaré del destino agarrándolo por el cuello. No me dominará.
La música constituye una revelación más alta que ninguna filosofía.
Todavía no se han levantado las barreras que le digan al genio: "De aquí no pasarás".