Cuando pedimos consejo lo que esperamos a menudo es más bien aprobación.
Encuentra lo que más te gusta hacer y consigue a alguien que pague para que lo hagas.
No entres allá de donde no puedas libremente salir.
Un consejo es siempre una confesión.
No hay que prestar atención a quienes nos aconsejan, so pretexto de que somos hombres, no pensar más que en las cosas humanas y, so pretexto de que somos mortales, renunciar a las cosas inmortales.
La alegría es, ante todo, fomento de la salud.
Un espíritu alegre es la mayor bendición de que un hombre es capaz en este mundo. Y si en este mundo tal felicidad surge del sometimiento de los propios deseos, en el otro vendrá de su cumplimiento.
Un buen libro es un regalo precioso que hace el autor a la humanidad.
La caridad es una virtud del corazón y no de las manos.
En un hombre eminente es loca pretensión creer escapar de la censura, y debilidad el ser deprimido por ésta.